Los estiramientos son ejercicios que todos los conocemos como algo bueno para nosotros y sobre todo en el ámbito deportivo.
Es un ejercicio que trabaja específicamente la elasticidad del músculo. Mediante la posición de las articulaciones que están relacionadas con él, se busca la posición de más alargamiento y así ayudar a que dicho músculo sea más flexible.
Varios paseos que he
dado por lugares en que se frecuentan estas prácticas, he tenido que
mirar para otro lado para que a mi no me duela la espalda.
Hay
varios tipos de estiramientos según los objetivos que nos planteamos.
También hay muchas controversias de si debemos estirar antes o después
de una práctica deportiva, ¿pero realmente sabemos cómo debemos hacer
bien un estiramiento?
Cada
estiramiento es diferente y debemos tener claro qué es lo que queremos
con el ejercicio. Voy a dar unas pautas generales y a poner un ejemplo
concreto.
A nivel general, como todo, debemos
tener cuidado con la postura. En el post que escribí no hace mucho
hablaba sobre ello: posturas en el deporte y en el trabajo.
A
demás de ello, debemos ser conscientes de qué músculo estamos estirando
y por qué hay veces que queriendo estirar un músculo, estiramos más y
no llegamos a hacer bien el estiramiento del músculo que queremos.
También
es importante fijarse en cómo sentimos el estiramiento para que sea más
efectivo. Si que es cierto que suele molestar, pero por norma general
no debe llegar doler. Hay veces que notamos que quema o incluso que se
nos duermen los dedos. Puede significar, aunque no siempre, que nos
estamos pasando. Estas excepciones a las que me refiero son en caso de
patologías.
Otro
aspecto a tener en cuenta es en que parte del músculo me tira. En la
mayoría de estiramientos podemos personalizar el ejercicio haciendo unos
giros o bien con el tronco, con las extremidades o con la cabeza
buscando pequeñas rotaciones que nos ayudan a buscar donde nos tira más,
siento así más efectivo el estiramiento.
Aquí os dejo con el ejemplo: