Por demanda general, he querido escribir este post sobre alimentación. A pesar que no soy nutricionista, mi formación profesional y experiencia personal me han llevado ha sacar unas conclusiones sobre los hábitos saludables.
Lo que comemos está muy relacionado en cómo nos encontramos y en concreto la inflamación suele ser muchas veces consecuencia de alimentos que ingerimos y no nos sientan bien:
El tema de las alergias e intolerancias es importante para un buen funcionamiento del organismo puesto que aquello que nuestro cuerpo no lo puede digerir bien hace que nuestro cuerpo no funcione bien.
Mediante un test de kinesiología podemos hacernos una idea general de qué alimentos te van a sentar mal a ti concretamente en este momento concreto que estás viviendo, así como también podemos buscar cuáles son los que necesitas. Incluso si hay alguna sustancia que es mejor suplementar debido a que se requieran muchas dosis y la alimentación no es suficiente para completar lo que necesitas.
Lo que voy a plasmar en las siguientes líneas son consejos generales para todo tipo de personas. En caso de patologías es necesario además, acudir a profesionales de la salud especializados como médicos y graduados en nutrición.
1. No comer en exceso:
Las personas más longevas son las que menos comen.
También es importante comer despacio, masticando bien. No sólo porque se come menos, sino porque se aprovechan mejor las propiedades de los alimentos: la digestión comienza en la boca.
También es importante saber que mientras no comemos nuestro cuerpo se está regenerando, es como sí llevásemos el coche al taller para arreglar todo lo que necesite para estar en perfecto estado.
2. Alimentos que hay que evitar:
– Lácteos: leche, queso, yogurt y mantequilla. Tampoco los que se comercializan sin lactosa, puesto que no es sólo este el problema. Según el Dr. Merceloa, el problema es la pasteurización de la leche. Pero hay más cuestiones sobre la leche como el tema del Calcio, que es necesario, pero en exceso descompensa la función mineral dentro del organismo y puede provocar efecto revote en nuestros huesos desmineralizandolos y generar un medio ácido en nuestro organismo.
– Azúcar: es común el concepto de que el azúcar no es buena, pero el problema es qué está más presente de lo que pensamos. El Dr. Cidón Madrigal habla de ello en su libro “Azúcar, dulce veneno”. sobre él han realizado un reportaje el equipo de investigación de la sexta.
– Harinas blancas: pan, pasta y productos que los contengan. En este tema hay varias tendencias, los que prefieren eliminar todo tipo de cereales como el Dr, Merceloa con su dieta cetogénica, o los que permiten la ingesta de cereales integrales. Lo deja a vuestra elección según cómo os siente comer cada uno de ellos. Al final cada cuerpo es diferente, pero si hay que tener en cuenta que el cereal, sobre todo el blanco, favorece la inflamación del intestino.
– Grasas que no son buenas: Sin embargo, las grasas buenas como el omega 3, DHA ayudan, no solo a reducir la inflamación, sino que no engordan. Explico más abajo que alimentos las contienen
– Alimentos cocinados a más de 110º. Lo ideal es comerlo crudos, pero no tenemos el organismo preparado para digerir todos los alimentos sin cocinar. Por eso, si no se calientan mucho, se mantienen mejor las propiedades y nos nutrimos mejor.
3. Alimentos imprescindibles:
– Verduras de hoja verde en especial y verduras en general por su fibra y vitaminas.
– Frutas y verduras con pigmentos naranjas, rojos, lilas.
– Ajo, puerro y cebolla porque su azufre ayuda a regenerar el organismo, reduce la inflamación y evita que tengamos dolor.
– Pescado azul: atún, caballa, bonito, sardina, boquerón. Mejor en pescados pequeños para evitar su alto contenido en metales pesados. El pescado azul tiene gran cantidad en Omega 3 y DHA. No solo ayuda ante procesos inflamatorios, también ayuda al cerebro y a que nuestro cuerpo esté más flexible y elástico.
Alimentos también importantes.
– Frutos secos: almendra, nuez y avellana
– Algas
– Alcachofa
– Brécol
– Rábano
– Endivia y escarola
– Sal del Himalaya
4. Hábitos saludables en relación a las comidas:
– No comer postre de ningún tipo, la fruta sólo entre horas.
– Por la noche no comer ni crudo, ni frío, ni hidratos de carbono. Si verdura cocinada con carne o pescado o huevos.
– Todos los días debe haber ensalada al medio día y verdura cocinada para cenar. En las dos comidas principales debe haber abundante cantidad de verdura.
– Pescado azul: 4 veces por semana (1,5-2 Kg/semana)
– Legumbres: 2 veces por semana, al medio día o por la mañana. Es bueno mezclara con cereales para completar los aminoácidos necesarios.
– Ingerir todos los días importantes cantidades de ajo, puerro y cebolla.
– No beber agua sin sed, no obligarse. Si nunca tiene sed, dímelo porque hay que resolverlo.
– No beber agua 40 mins antes ni después de las comidas para que los alimentos ingeridos sean mejor aprovechados en la absorción al organismo.
– Arroz blanco y/o harinas blancas, máximo comer 1 vez por semana.
– Es bueno ingerir caldos puesto que es donde van a parar los minerales de los cocinados. Los minerales son sustancias que no podemos producir y que debemos ingerir en la dieta. Son muy importantes para que las reacciones químicas de nuestro medio interno funcionen correctamente.
– Horarios de comidas regulares.
– Masticar y ensalivar despacio.
5. Compatibilidad de los alimentos:
V- Verduras: excluye frutas porque éstas se deben tomar entre horas.
P- Proteínas: pescado, carne o huevos. Intentar no mezclar diferentes grupos.
HC- Hidratos de carbono: féculas como patata, cereales como trigo, arroz, cebada, sarraceno,… o legumbre (lentejas, garbanzos,…)
Por norma general no mezclar en la misma comida P y HC.
Para comer:
– V (ensalada, verdura cruda o poco cocinada) + P
– V (ensalada, verdura cruda o poco cocinada) + HC (combinar legumbre y cereal)
Para cenar:
Verdura cocinada + P
6. Ejercicio al aire libre:
Este es último consejo no es específico de la alimentación, pero es importante para ayudar a que las reacciones químicas del organismo fluyan correctamente.
Para esto es necesario unos 35 minutos de ejercicio aeróbico AL AIRE LIBRE como andar, correr, bicicleta, natación, bailar,… aquella que mejor te sientas, que más disfrutes y sin competir.
El hacer ejercicio al aire libre ayuda a oxigenar las células y de esta manera eliminar toxinas. Así mismo ayudamos a que el organismo no se oxide y con ello que no envejezca precozmente.
