“Las enfermedades
respiratorias afectan a las vías respiratorias, incluidas las vías nasales, los
bronquios y los pulmones. Incluyen desde infecciones agudas como la neumonía y
la bronquitis a enfermedades crónicas como el asma y la enfermedad pulmonar obstructiva
crónica” describe la OMS.
Una infección es
una invasión de agentes patógenos (virus, bacterias,…). 
Nuestro sistema
inmunitario lucha para evitar que el cuerpo enferme. Signos de ello
suelen ser la fiebre, la tos, el sudor, el cansancio, la falta de apetito. Si
en 2-3 días el organismo no vence a esa invasión es cuando el organismo
enferma. Es importante buscar qué agente infeccioso ha provocado la
situación y así saber mejor cómo intervenir.
Hay muchos tipos de
infecciones y mi intención es centrarme en las que se producen en la esfera
otorrinolaringológica. Comprende los típicos catarros, otitis, bronquitis,
sinusitis, rinitis.
A la Otitis media,
a la Bronquitis, a las anginas o vegetaciones les dedicaremos un post para
hablar de cada una de ellas puesto que con la osteopatía podemos ayudar y
mucho.
Con las demás
infecciones respiratorias por supuesto que también, no sólo con las típicas
técnicas para sacar los mocos de la fisioterapia respiratoria. También con la
osteopatía podemos favorecer que el organismo esté más fuerte de cara a luchar
con dicha infección, al final de este blog explicamos por qué.
¿Qué hay que tener
en cuenta para saber cuándo acudir al médico?
A grandes rasgos
estos puntos son importantes:
– Si la fiebre es muy alta,
dependiendo de la edad.
– Si la fiebre no cede,
dependiendo de la edad.
– Si aparecen otros síntomas
como descomposición, vómitos, manchas en la piel…
En los enlaces
tenéis información más específica según la tos y la fiebre que se presenta.
Normalmente el
médico lo que va a descartar de primera mano es que haya una infección ya muy
grande, que lo van a determinar los síntomas y con una auscultación pulmonar,
determinando si los pulmones está limpios o no. En cual caso, para descartar una
neumonía se suele hacer una radiografía.
Por otro lado
determina el foco de infección, si es más respiratorio de vías altas, bajas, si
es en el oído, en la garganta en los senos,… Según donde esté localizada dicha
infección el médico determinará el tratamiento a seguir.
Consejos para
ayudar al cuerpo a luchar contra la infección
En general los
consejos son para luchar contra el malestar, puesto que los síntomas son
necesarios. Fiebre, tos, mocos, malestar,… indican que nuestro organismo está
luchando contra una infección y es importante saber cómo ayudar.
– Fiebre: Como explica la Pediatra
Lucía en su blog, la fiebre nos asusta, pero tampoco hay que pensar en quitarla
de forma radical. Explica muy bien los consejos de cuando abrigar y cuando no. Pero
en rasgos generales, si ves el estado de ánimo es bueno, no es necesario cortar
la fiebre. El paracetamol es una herramienta para el malestar. Entonces si
estamos muy decaídos, entonces sí es aconsejable tomar paracetamol. Aunque
en realidad, la fiebre no es preocupante hasta los 40º, a no ser que sea un
bebe que es la primera vez que tiene fiebre, entonces sí que hay que bajarla
para evitar posibles convulsiones.
–
Mocos: es importante ayudar a
sacarlos cuando vemos que por sí solos es dificultoso. Si hay dificultad para
respirar o se escucha el sonido del moco al respirar que no quiere salir con la
tos. Aquí hay técnicas que en nuestro curso de masajes para bebes explicamos. Son técnicas que se pueden aplicar también en adultos. Muchas veces
con los lavados nasales no es suficiente.
También es aconsejable
durante 2-3 días dejar de tomar leche y cereales. En este tema hay bastante
controversia, os dejo un enlace de otro artículo en el que varios pediatras hablan de ello.
– Tos: es buena la miel
y la cebolla.
o Cómo damos la miel si no es bueno tomar leche: pues con otros
preparados de leche de almendras, arroz, o a mi modo de ver, con agua tibia y
un chorreoncito de limón al final, está buenísimo.
o La cebolla, al igual que el ajo y el puerro tienen abundante
azufre. Éste junto con la vitamina C son los elementos que nuestro organismo
más necesita cuando está recuperándose de lo que sea (infección, lesión, dolor,
problemas digestivos, cefaleas,…).
–
El malestar: si el organismo
necesita descansar, para! En los niños es muy evidente, si están malos parece
que falta algo en casa. Pues con adultos deberíamos hacer lo mismo. El
organismo necesita reposo para estar más fuerte y luchar mejor contra la
infección.
¿Por qué mi hijo o yo siempre me pongo malo de lo mismo? ¿Es un punto débil?
Comunmente nos ponemos malos de lo mismo. Una misma infección no les afecta
a todos igual. Incluso el mismo trabajo (por ejemplo la bandeja del camarero) no afecta a todos (los camareros) igual. Esto es porque ante el mismo estrés,
cada organismo reacciona diferente debido a que cada persona ha experimentado
diferentes experiencias en su vida. Esto hace que cada uno reaccionemos
diferente.
Como explico en el post que escribí sobre los estudios y las evidencias
científicas, en la medicina tendemos
a protocolizar cuando cada persona es diferente.
¿Por qué es
importante acudir al osteópata en estas situaciones?
Con la osteopatía ayudamos a que el organismo encuentre su propio equilibrio.
Hay disfunciones osteopáticas que están relacionadas con patologías. Es decir,
normalmente cuando hay problemas de sacar los mocos, hay una debilidad en el sistema
inmunitario que está relacionada con disfunciones que afectan al sistema linfático.
Las otitis suelen estar relacionadas con disfunciones en los huesos del cráneo occipital
y temporal que alteran el drenaje de las trompas de Eustaquio. Las bronquitis
con disfunciones occipitales que afectan a la inervación pulmonar.
Sobre esto hay mucho de qué hablar como he dicho antes, así que mi
intención es seguir compartiendo esta información en próximos post que nos
pueden ayudar durante este invierno.
Si acudimos al osteópata, a demás de al médico en los casos requeridos, ayudaremos
a que el organismo esté más fuerte para luchar contra la infección y que ésta
ceda más rápidamente. Así también podemos incluso prevenir futuras infecciones
puesto que resolvemos esa debilidad del organismo que nos hace expresar nuestro
estrés mediante esos síntomas o enfermedades.
