Todos somos conscientes de que necesitamos tener la espalda recta, pero cuantos lo conseguimos? Por más que lo intentamos, nos cuesta, incluso notamos dolores… Que es lo que está pasando?
Las posturas que adoptamos trabajando, haciendo deporte, durmiendo… Son consecuencia de los reflejos posturales de nuestro cuerpo.
En otro post hemos hablado de los sistemas de autorregulación del organismo, pues es lo mismo. Nuestro organismo busca siempre la forma para sufrir menos y gastar menos energía. Si no adopta buena postura, suele ser debido a bloqueos que no nos dejan estar del todo bien y al final nos sobrecargamos o lesionamos.
Por eso es importante que nuestro organismo este equilibrado, que no haya grandes bloqueos que nos hagan tener posturas difíciles. Esto se consigue con una buena prevención de la salud.
Pero a parte de esto, es importante tener unas nociones de postura integradas, es decir, que nuestro cuerpo las haga de forma automática. Esto justifica que tus padres y abuelos en la adolescencia estaban: “Fulanito… La espalda recta.. la cabeza arriba…”
¿Cuales son esos consejos?
1.La presión en la planta de los pies en punto medio: sentir como el peso de nuestro cuerpo va a la mitad de la planta de los pies.
2. Rodillas desbloqueadas: que no se queden hacia atrás, que a algunos incluso les hace una curva.
3. Pelvis en punto medio: hay quienes tenemos el culo muy plano o muy pino, cada uno dentro de su fisiología debe buscar el punto medio de este recorrido.
4. Espalda recta: crecer de la cabeza y del culo, como si nos tirasen de un hilo de la cabeza hacia arriba.
5. Hombros en su sitio: llevar los hombros atrás y abajo, una posición que no sea excesivamente forzada pero que sea como un dibujo en V de nuestras escapulas.
6. La cabeza recta: la distancia desde la barbilla al cuello de unos 2-3 dedos, que es lo mismo que tener la mirada horizontal.
¿Porque me duele cuando empiezo a poner la espalda recta?
Básicamente porque tus músculos no están acostumbrados a esta posición, y si sólo pasas 2-5 minutos ya notas incluso que te queman. Esto es que se están cansados, que están flojos y hay que entrenarlos.
Para conseguirlo hay que ser constante. Todos los días un poquito y cada día voy aguantando un poco más.
También es importante trabajar los músculos abdominales, de los cuales hablamos en el post de hipopresivos.
Y por supuesto, si quieres integrar correctamente todos estos conceptos, lo ideal es que te apuntes a nuestras clases de Pilates e hipopresivos. Aquí somos muy insistentes en ello, es lo primordial para no lesionarse. Te ayudará a tener una buena base para después hacer cualquier actividad deportiva o laboral en tu día a día.