Muchas veces parecen que las desgracias vienen juntas, pero te has preguntado alguna vez ¿por qué enfermamos o nos lesionamos? ¿se puede evitar?

Para el profesional sanitario, una de las perspectivas más importantes es la prevención de enfermedades o problemas. Una parte general de está prevención es la educación sanitaria, que se trata de informar a los que nos rodean de cuestiones generales y particulares de nuestra profesión y de la salud en general.

En concreto mi profesión busca que las personas en general tengan un organismo lo mas sano y móvil posible. Esto ayuda a prevenir que lleguen lesiones e incluso a que enfermes de cualquier patología.
Parece fácil decirlo, pero… difícil conseguir y menos en esta sociedad que estamos entrando en tanto estrés continuo.

Es importante saber que TODO lo que nos pasa en la vida, ¡TODO!, nuestro cuerpo lo va guardando como si a un vaso le fuésemos echando gotitas de agua. De repente, cualquier situación (me agache a coger…, me tropecé,… la pérdida de un ser querido,…) es la gota que colma el vaso y surge la lesión, enfermedad o el dolor.

El cuerpo es muy inteligente y por sí solo tiene sistemas de autoregulación. Pero cuando hay muchas cosas detrás, llega un momento en que ya no puede más y suelen empezar los problemas.

Por esto es importante observar, conocer nuestro cuerpo y sobre todo ir vaciando de vez en cuando este vaso de agua para evitar que un día se sobre y conservar nuestro estado de salud lo mejor posible.

¿Cómo podemos prevenir el dolor, la lesión o la enfermedad?
Lo mejor es ayudar a nuestro organismo a que encuentre su propia autorregulación.

Mediante la Osteopatia, kinesiologia, estudios posturales, podemos valorar y ver de dónde vienen muchos problemas y con ellas también encontrar soluciones a esos bloqueos que han podido surgir durante nuestra vida.
De esta manera restablecemos los desequilibrios perturbados en todos los niveles funcionales y prevenimos y conservamos la salud de nuestro cuerpo.

¿Dónde podemos encontrar bloqueos?
Cuando pensamos en bloqueo pensamos en algo físico: “la vértebra se ha salido de su sitio”, dicen algunos. Esto es una forma de explicar que hay algo que no se mueve bien, es decir, que no está haciendo bien su función y por ello está bloqueado.

Si englobamos la salud como la armonía entre los diferentes estados o niveles de nuestro cuerpo, podemos ver que hay 4 tipos de bloqueos que nos pueden afectar en nuestro cuerpo, en nuestra vida:

– Estructural: que podría ser algo más físico, un articulación, un órgano.
– Bioquímico: haciendo referencia a esas carencias o excesos químicos que hacen que las reacciones de nuestro organismo no funcionen correctamente. (Falta de magnesio, de dopamina, de vitaminas,…)
– Emocional: o bloqueos emocionales, son situaciones que a veces somos conscientes, pero otras ni nos hemos enterado que nos han afectado. Esta emoción la guardamos dentro y al no superarla y aceptarla, nos va deteriorando.
– Electromagnético: se refiere por un lado a cicatrices, descompensaciones posturales (ojos, visión y oculomotor; boca, dientes y ATM; plantillas, marcha)

¿Curar o acompañar?
Mi objetivo como profesional de la salud no es curar a una persona, sino acompañar en el proceso de la enfermedad o dolor.
Este acompañamiento esta, en un sentido global, enfocado a resolver los bloqueos que van surgiendo desde las diferentes perspectivas que hemos comentado: estructural, bioquímica, emocional y electromagnética.
Así el paciente encuentra cómo autorregularse y de esta manera, restablecer su salud en las tres vertientes: física, mental y espiritual.