En el mundo de la ciencia, al parecer, lo único que es válido son los estudios científicos y las investigaciones. La medicina cada día esta más protocolizada gracias a ellos.

Como todo, tiene su lado bueno y su lado malo.

El lado bueno es que el tener personas que estudian sobre terapias y tratamientos ayuda a las que los aplican y les da seguridad en sus intervenciones.

El lado malo que veo es mas amplio. Por las evidencias se tiende a tratar a todos los pacientes con síntomas parecidos de la misma manera, cuando cada persona es un mundo y dos personas con el mismo síntoma no tienen por qué tener el mismo origen del problema. También, al tener mucha evidencia se pierde la intuición innata del terapeuta a la hora de buscar la solución, lo que limita en esa búsqueda para aliviar los síntomas del paciente.

La medicina común acusan bastante a fisioterpia y sobre todo osteopatia por su falta de investigaciones y por ello las devalúan.
Pero es muy complicado centrar una investigación dentro de un tratamiento sobre todo osteopático puesto que, al menos a mí, no me ha tocado hacer el mismo tratamiento a dos personas diferentes, a pesar de que vengan con el mismo problema.

En este apartado me gustaría reflejar poco a poco esas evidencias que se van haciendo referentes a la osteopatia. Pero desde ya quiero dejar claro que los estudios que hasta hoy están realizándose, en general son estudios de corto alcance y con poca significación debido a que queda un largo camino por recorrer hasta demostrar la eficacia de esta terapia que surgió gracias al Dr. Andrew Taylor Still a finales del siglo XIX.